Imágenes y voces de mujeres de la ciudad
Exposiciones
Esta obra es el resultado de un ejercicio llamado “constelación”. Las mujeres representaron a ellas mismas en relación con las personas cercanas que tuvieron funciones diferentes durante su embarazo y parto. Dina elije un tapón pequeño para representarse a sí misma. En el centro del dibujo coloca al padre porque, explica, “es la persona más adulta de la familia y es simpático, no cerrado”. Son la madre y el marido que la cuidan durante su embarazo, mientas que la hermana y el marido la acompañan durante dos de los partos. En el tercero está sola. A la pregunta ¿por quién te sientes cuidada ahora en tu vida? contesta que por sus hijos.
A la pregunta “¿quién es, o a quién representa esta figura?”, Hasna contesta “No es nadie”. Finalmente comenta algo más: “La mujer piensa en su vida, en su futuro. Espera que su vida vaya bien.”
La obra de Saima habla del proceso des de que sus bebes eran embriones hasta que nacieron. Habla de incertidumbre y felicidad.
Tamara explica: “En el dibujo veo a mi marido y a mis hijos. El título es El viaje, el viaje de camino al hospital en coche [el día del parto], en el que yo y mi marido hablábamos de la nueva etapa que iba a comenzar en nuestra vida”.
El título de la obra es “My turning point” (Mi punto de inflexión). Desde este parto cambié mi manera de ver la vida, de ver a mi madre, la entendí más en sus aprensiones.
En la obra he representado los momentos desde que empiezan los dolores de parto hasta que nacen los niños. Y como gritaba! Cuatro horas gritando, como un animal. Muchos profesionales entraban y salían de la sala. Yo hablaba español, pero no pude hablar durante todo el parto, por el dolor, solo decía sí y no. Ellos pensaban que yo no entendía, entonces no hablaban conmigo. Lloraba y reía al mismo tiempo (…) En el primer parto gritaba mucho para que no me dejasen sola. En el segundo no tuve que gritar tanto, había una comadrona que me estuvo muy cerca, hasta el último minuto. Me acuerdo de ella.
En el primer collage representa el camino que está recorriendo ahora, en la Residencia Maternal, con una línea a zig zag (figura A en el lado izquierdo). A la derecha está el camino que la espera cuando salga, “el camino de la duda”. “Es un camino mucho más recto y organizado, pero con posibilidades de ir tanto a la derecha como a la izquierda. Yo no sé por dónde ir”, comenta. La red rosa que envuelve la cartulina representa su cuerpo, el lugar donde todos estos procesos están teniendo lugar.
En la figura B, siguiendo la propuesta de la arteterapeuta, Manuela pinta la continuación del camino de la duda.
Llegué a Barcelona embarazada de seis meses, mi cuñada me acompañaba a todos lados, porque yo no hablaba castellano. En el hospital el trato fue fantástico: la enfermera hablaba francés, intentaba comunicar conmigo. El médico del parto me hablaba en inglés, era americano. El trato fue muy bien, me sentí querida y esto tapó todo el dolor que tenía.
En el segundo embarazo, ya podía hablar yo.
En esta obra Camila representa la imagen de su marido que de repente le apareció difuminada en un momento delicado de su parto. Por la delicadeza de la experiencia personal, la mujer no quiso dar más detalles de su obra.
Cerré los ojos y trabajé. Cuando los abrí, pensé “Esta soy yo”. Puse las piernas abiertas. En la habitación había mucha gente. Yo estaba consciente de mí misma. Me decía, Soy yo la que va a parir. Las figuritas de los profesionales son pequeñas porque estaban allí pero era como si… estuviesen en segundo plano. Pero me apoyaban (…) Me gustó mucho cuando me pusieron el bebé en el pecho. He sentido el calor de los profesionales, su empatía.
En el segundo parto en cambio – era justo después de los ataques a las torres gemelas – yo he sentido la maldad de las enfermeras. Me han dejado gritar en una habitación, sola. Pedía epidural y no me la querían poner. “No puedes gritar, todo el mundo tiene dolor!“, me dijeron. Luego me pasaron a la sala de parto, y allí los médicos me trataron bien. La doctora se llamaba como yo, era española. Fue el único momento que lo pasé mal con los profesionales, desde que estoy aquí.
Firdaus sintió que la actitud de las enfermeras que la atendieron en el segundo parto, tenía relación con una reacción xenófoba hacia todas las personas de fe musulmana a raíz del ataque terrorista.
Dos mujeres participan en la creación de cada una de las piezas. Las obras hablan del aislamiento y dificultad que las mujeres vivieron durante su embarazo y del contraste con la alegría y esperanza que surgieron a partir del parto.
El círculo de color verde comenzó siendo negro y poco a poco, mientras las mujeres compartían puntos de vista y experiencias sobre la maternidad, una de ellas fue transformando el color hasta darle una tonalidad más alegre.
Mirando la obra, Nadia comenta: “Tengo miedo a lo que será y cuando ya la tenga, será felicidad”. “No me acompañó nadie a hacer el test”.
En el momento de la investigación Nadia estaba embarazada.
El título del dibujo es Flor/Dolor. Estuve 10 años después de casarme, sin tener hijos. Estar embarazada fue como una luz que se enciende. Durante el embarazo estuve muy bien de salud, mejor que en otras épocas de mi vida.
El arcoíris representa el viaje a España con mi niño en la barriga. Tenía esperanzas. No tenía idea del idioma, entonces fui a las últimas visitas con mi cuñado. Tenía una vergüenza de muerte por los temas que se tocaban! Pregunté a una doctora si podía hablar inglés. Me contestó “Si quieres hablar inglés, ves a Inglaterra!” Enseñé a los médicos los papeles de Pakistán, que estaban escritos en inglés, pero no los quisieron ver. No tengo buenos recuerdos de esos días.
En el segundo embarazo sí que podía comunicar un poco con los médicos. Durante las horas antecedentes al parto, envié mi marido a casa para que se quedase con el otro niño. Yo puedo sola, le dije.
El título del dibujo es “La vida”. Cuando me enteré de que estaba embarazada no me sorprendí o emocioné demasiado. Hasta que no voy a tener el niño en mis manos… no puedo dar por hecho que tengo el bebé.